jueves, 25 de abril de 2013

Caleta Conection


Mira que se lo advertimos: que no Pepa, que eso no puede traer nada bueno. Y la Pepa: no ni na. ¿No han dicho que se pueden desgravar las pérdidas en el juego? Pues ya estoy yo desgravándome todo lo que me ganasteis vosotras el año pasado, que no llené un cartón en todo el verano. La Toñi le dijo que eso era sólo para los casinos por internet pero ni por esas. Si se va a poder desgravar uno que juega en su casa por el ordenador cuando no le ve nadie, con más razón podré yo que perdí mi capitalito en plena Caleta a la vista de medio Cádiz.  Y de ahí no salía.

Todas pensábamos que al final no haría nada porque la Pepa es muy de soltar la primera ocurrencia que le pasa por la cabeza, que las suelta con todo el arte y te jartas de reír con ella, pero luego, después de porfiar un rato se le olvida.

Hasta que aquel famoso sábado nos leyó la carta con que le había contestado la Agencia Tributaria: Gracias por la información que nos facilita pero no podemos aceptar su solicitud porque el documento "Lo que perdí el año pasado jugando a la lotería en La Caleta" que usted adjunta carece de valor oficial. ¡Qué nos reímos! Y ella: reírse, pero yo por lo menos lo he intentado.

La tarde era linda. No se cabía en la playa. Acabábamos de guardar el termo del café y yo estaba poniendo los vasos de moscatel cuando se oyó por el palo que habla: Atención, esto es una operación de la Agencia Tributaria contra el juego ilegal; que nadie se mueva.

¡La que se formó! Aparecieron policías por la Puerta de la Caleta, por las rampas y el balneario. Hasta del agua salió alguno, lo mismito que la Jaliberri pero con más ropa y peores hechuras. Y todo el mundo corriendo como si llegara el chunami. Más repetían que no se mueva nadie y más corría la gente como pollos sin cabeza.

Al final nos escapamos todos porque no veas si eran flojos los agentes. ¡Qué pechá a reír! Y todo por una ocurrencia de la Pepa.



(Publicado en El Independiente de Cádiz el 24 de abril de 2013)

viernes, 19 de abril de 2013

Ha hecho un palomo



Un rollizo palomo de grueso pescuezo y orondo contorno entreteníase una tarde de sábado llevándose al buche todo alimento que encontraba al alcance de su pico por los suelos de una antiquísima urbe. Hallábase absorto en su cuchipanda cuando hete aquí que sorprendiole un copioso chaparrón. Apresurose a engullir un último bocado y decidiose a alzar el vuelo. Alzolo, aunque costole por la excesiva crasitud de sus carnes, y concentrose en la búsqueda de algún refugio.
 
En su errático periplo llamole la atención un singular árbol que asemejábase a un pedazo de brócoli con un tronco larguísimo al que calculole unos doce metros de altura. Nadie ha de extrañarse de la pericia estimativa del palomo pues es de sobras conocida la precisión de que hace gala su especie para excretar desde lo alto y acertarle con formidable puntería en el hombro a aquel que estrene camisa.

Erigíase el árbol en una exigua porción de terreno cercada por altos edificios. La parcela hallábase en rigor, no bajo los dominios de la burgomaestra de la urbe, sino de una autoridad superior: la del virrey que gobernaba en toda la comarca. Mas estas disquisiciones administrativas ignorábalas el palomo y traíanle al fresco, pues su atención centrábase por completo en elegir presto una gruesa rama sobre la que posarse.

Escogiola y posose mas, en ese mismo instante, oyose un estruendoso crujido, agitose con brusquedad el árbol y vínose el mismo abajo de sopetón.

-¡Sapristi! –exclamó el palomo mientras remontaba el vuelo- Va a llevar razón mi pichoncita cuando me dice que deje de picar entre horas porque me estoy poniendo fondón.

Quitose de en medio con disimulo y partió rumbo a un refugio que habíanle recomendado algunos de sus congéneres: el edificio Valcárcel.
Mas cuando aproximose y sobrevololo, violo tan ajado, achacoso, desvencijado y frágil que pasolo de largo mientras repetíase en voz baja: -Quita, quita, quita…

(Publicado en El Independiente de Cádiz el 17 de abril de 2013)

jueves, 11 de abril de 2013

Trofeo Carganza




En su tradicional afán por contribuir a la difusión y mejora de los usos y costumbres gaditanos, la Plataforma de Amigos de Cádiz y Alrededores ha hecho pública una original propuesta. 

Dice la PACA que, visto el vertiginoso declive que viene sufriendo en los últimos años el Trofeo Carranza y el escasísimo interés que su última edición despertó entre los aficionados, este verano nos lo podríamos ahorrar y aprovechar tan magno escenario para celebrar en esas fechas una competición futbolística entre cuadrillas de cargadores. 

Las cuadrillas, que esta Semana Santa, por culpa de la lluvia, apenas han podido desempeñar su labor, disputarían los encuentros cargando sobre sus hombros aquellos pasos que, también a causa del líquido elemento, no se han movido de sus templos. De esta manera se brindaría a miles de gaditanos la oportunidad de saciar en agosto la sed de procesiones que se les ha quedado en marzo. Lo que viene siendo matar dos pájaros de un tiro.

Comoquiera que, aunque no existe constancia de que se haya intentado con anterioridad, jugar al fútbol con un paso de misterio en lo alto se antoja asaz complicado, la PACA establece en uno de los artículos de su elaboradísimo y meticuloso reglamento para la competición que los partidos se disputarían en la modalidad de “al primero que la meta”, si bien, habida cuenta de lo que gusta en Cádiz un doble sentido, la denominación oficial sería “gol de oro”.

Hasta el momento, la propuesta ha sido acogida con indiferencia por el público en general, frialdad por las hermandades y cachondeo por las cuadrillas de cargadores. El único rechazo lo ha expresado por medio de una nota el Cádiz Club de Fútbol: “Aro, home, aro, lo que nos faltaba; entre el concierto de Alejandro Sanz y esto, la gente se acostumbra a ver espectáculos entretenidos en el estadio y luego no vendrían a ver los partidos de liga ni los familiares de los jugadores”.




(Publicado en El Independiente de Cádiz el 10 de abril de 2013)

jueves, 4 de abril de 2013

Me duele aquí

El 3 de abril de 2013 nacía un nuevo periódico: El Independiente de Cádiz. Un proyecto muy especial porque está hecho por 30 periodistas, sin el respaldo de ningún grupo empresarial ni partido político.

El sueño de muchísimos periodistas: hacer tu propio periódico en el que contar aquello que tu propio criterio te pide contar. Una aventura, una utopía, ¿una locura? 

A mí estos 30 compañeros no me parecen locos sino emprendedores, valientes, amantes de su profesión... Eso sí, un poco insensatos sí tienen que ser porque tuvieron la ocurrencia de proponerme escribir en su diario una columna semanal sobre asuntos de la actualidad gaditana pero a mi aire. Criaturitas...

Como el proyecto me parece formidable y digno de apoyo (y como ellos son muy buena gente y yo no sé decir que no cuando me piden las cosas con buenos modales), acepté del tirón. Mi columna (oh sorpresa) se llama "Mejorando a peor". La primera tuvo el inesperado honor de aparecer en la contraportada del primer número de El Independiente, el miércoles 3 de abril, al lado de una preciosa foto del gran Gonzalo Höhr. Se titula "Me duele aquí".


-Doctor, me duele aquí. Pero no me venga con que me ponga allí porque, para empezar, con este dolor no tengo el culo para panderetas y, para terminar, le aseguro que me ponga donde me ponga me sigue doliendo aquí.

-Está bien, cálmese que no voy a salirle con pamplinas. Y vamos a repasar su historial que, por cierto, tiene tela. 

La cosa se puso seria cuando se le cerró, de golpe y porrazo, la glándula de delfi. Se intentó aliviar un poco la zona con un implante de gadirsolar pero no arraigó en el organismo. Y el alestis que le practicaron, aparte de no ser demasiado eficaz, me temo que está bastante tenguerengue.

Luego se le deslocalizó el visteón, sin que haya habido manera de descubrir la causa, porque estaba sanísimo. Por más que se insiste en el tratamiento veo que no hay forma de que terminen de desarrollársele las aletas.

Las funciones sanguínea y digestiva parecen aceptables. En cambio la función pública va de mal en peor de un tiempo a esta parte. En cuanto a las vías respiratorias, la única que me preocupa es la vía de alta velocidad, que no alcanza el ritmo adecuado ni a la de tres.

Bien el tejido epitelial, el muscular y el nervioso, pero está perdiendo tejido comercial a ojos vista; y del tejido industrial mejor no hablamos porque, para colmo, hace más de un año que apenas le llega el riego a las navantias y tienen toda la pinta de acabar por gangrenarse. Hasta en la dentadura tiene problemas con ese segundo puente que no se le termina de asentar.

Está claro que en el Puerta
del Mar, donde ya le han tratado todos los médicos y le han estudiado por dentro y por fuera con todas las máquinas que tienen excepto la del café, no dan con la solución. Así que le voy a pedir cita para un reconocimiento en el nuevo hospital de Cádiz. Mientras tanto le voy a recetar “Ajoyagüina” y “Pacienciol”, pero cómprelos a granel porque la espera podría hacérsele un poquito larga.