sábado, 16 de abril de 2016

Top Juez


Puesto a sentarme suelo optar por una buena butaca pero el caso es que hoy me siento en la obligación. Me siento en la obligación de comprarme un sombrero. ¿Para qué? Para poder descubrirme ante el inagotable caudal de ingenio de esos lopes de barca o calderones de la vega de nuestro tiempo, esos puntales del entretenimiento de masas que son los creadores de formatos y programas de televisión. Debe entenderse aquí la palabra creador en su más amplio sentido, es decir, alguien que inventa, adapta o directamente copia algo aparentemente nuevo.

Lo confieso: yo soy uno de los millones de espectadores que no se ha perdido un solo minuto de cada uno de los doce programas de “Top Juez”. Me planté ilusionado ante el televisor a la espera del comienzo del primer episodio y mi fidelidad creció imparable semana tras semana hasta el desenlace.

Qué gran idea, un concurso televisivo de juicios para aficionados, para gente de la calle. Y pensar que los cuatro o cinco agoreros de siempre decían que no iba a funcionar… ¿Cómo no va a funcionar un programa así en España? Si aquí todos nos sentimos capacitados para juzgar si la condena de la Pantoja es acertada, si Urdangarín es culpable, si a Pacheco le han caído más años de los que se merecía, si Alaya sufre una rara versión del síndrome de Diógenes y no puede deshacerse de ninguno de los casos que se ponen a su alcance, si Garzón se pasó de listo o se lo pasaron por la piedra…

Por cierto: notable hallazgo el del propio Garzón como miembro del jurado del concurso. Sí, vale, se pasaba de chulito algunas veces con los concursantes pero no puede negarse que le daba empaque al programa, cosa que no hacían ni la Bueyes ni García Montes, más preocupados de su propia imagen que de otra cosa.

Y cómo evolucionaron los concursantes… Especialmente los tres finalistas; Porfirio, el joven reponedor del Mercadona de Socuéllamos que sueña con estudiar la carrera de Derecho aunque no logró acabar el bachillerato; Chufi, la funcionaria jubilada que se interesó por la justicia viendo de chica la serie de “Perry Mason” y se terminó de enganchar con “La Ley de Los Ángeles”; y Neus, la vivaracha clarinetista de la banda de música de Burjasot que logró hacerse con el triunfo. Al principio eran personas comunes y corrientes, de esas que existen en plural. Ahora son ídolos, estrellas mediáticas admiradas y envidiadas por millones de españoles.

Cuánto hemos aprendido viéndoles escrutar las pruebas, analizar los testimonios, reprender a los abogados, dictar sentencias… Con lo enrevesados que eran algunos de los supuestos que les tocaba juzgar. Anda que no tenían imaginación los guionistas. Menudos casos. Desde los hermanos siameses uno de los cuales había denunciado al otro por malos tratos y pedía una orden de alejamiento, hasta el funcionario encargado de pintar las líneas blancas de separación de carriles en las carreteras de Bilbao y Vitoria al que acusaban de blanqueo de capitales.

Informar, formar y entretener. Pocos espacios han cumplido en las últimas décadas con este lema que sintetiza en tres verbos, una conjunción y una coma la misión que debe cumplir la televisión. Pocos por no decir ninguno. Salvo “Top Juez”, claro está. Lástima que los programadores de las otras cadenas carezcan de imaginación y, una vez más, hayan pretendido aprovechar el tirón de un éxito ajeno de la única manera que conocen: estropeándolo.

Primero fue Bravo TV con su bochornoso “Mira Quién Juzga”. Un plagio descarado de “Top Juez” pero, en lugar de con ciudadanos anónimos como concursantes, con famosetes de decimocuarta categoría y las eliminaciones decididas por votos telefónicos de los espectadores, un método estupendo para quitarse del medio a quien les diese la gana porque a ver quién se va a poner a comprobar que, efectivamente, fueron más las llamadas para echar a uno que a otro. Vergonzoso.

Y después llegó “Gran Abogado”, el reality en el que quince picapleitos tenían que convivir encerrados en una casa durante varios meses. Un experimento sociológico, según lo promocionaban en TeleCanal. Un bodrio repugnante, según lo calificaría yo. En vista de que tras tres o cuatro semanas la audiencia del programa caía en picado porque los leguleyos recluidos no despertaban el menor interés, los responsables de TeleCanal decidieron hacerles competir por la comida. 

La lucha se encarnizó de tal modo que el programa terminó como el rosario de la aurora: tres abogados muertos, cinco malheridos, dos docenas de querellas cruzadas entre los concursantes y otras tantas entre ellos mismos y la dirección de la cadena. O sea: más trabajo para la justicia. Como si le hiciese alguna falta.
 
(Publicado en CaoCultura el 2 de octubre de 2015)

jueves, 25 de diciembre de 2014

13 rótulos que no debieron salir así y uno realmente informativo

Hay muchas cosas que pueden salir mal en un informativo de televisión... Y salen, vaya si salen. Raro es el programa de televisión en el que no se produce algún fallo. Sólo que de la mayor parte de esos errores no se entera el espectador. Lo malo es cuando esos fallos se producen en terrenos que no pueden ocultarse a la audiencia. Por ejemplo, los rótulos.

Aunque cada cadena tiene sus métodos de trabajo con diferentes cometidos para cada categoría laboral, cada vez es más común que una sola persona, un redactor, se encargue de casi todo: acudir al lugar de la noticia, grabar recursos y testimonios (codo a codo con un cámara, aunque ya se dan casos de conductor-redactor-reportero gráfico en un solo individuo), escribir el texto, locutarlo, editar la pieza informativa, enviarla para su emisión, escribir los rótulos que correspondan e indicar en qué punto del vídeo tienen que aparecer. No lo cuento para que sirva de excusa, pero en esas condiciones, quizá no sea tan sorprendente que sucedan cosas como estas:

 

Siempre se ha escuchado comentar que la industria cinematográfica en España hace aguas pero digo yo que no será para tanto, caramba.


Dejando aparte la concordancia verbal, ¿conocéis a alguien que haya ganado su primer título por segunda o tercera vez?


Y habrá quien diga que la Justicia española es muy severa. 


Ay, la geografía... Están quienes no comprueban en el mapa los rótulos que acaban de escribir...


...y están quienes se inventan los nombres de los lugares y consiguen que en vez de darnos un bañito asistamos a un sepelio.


Hablando de sepelios: ¿habrá que darle al compañero Josué el pésame especial?


Efectivamente, el ridículo padre, eso es lo que HA hecho el autor del rótulo.


Si metemos la pata en un solo idioma no te digo nada cuando intentamos usar dos.


Aquí el fallo no está en el rótulo sino en el cartel del fondo; pero es que lo firman los sindicatos de enseñanza. A lo mejor se lo encargaron al autor de esta pintada:


Bueno, vale; esta foto no viene mucho a cuento pero la he incluido porque me apetece. ¿Seguimos?


Conviene prestar atención al momento del vídeo en el que va a aparecer el rótulo para evitar faenas.


Faenas como esta. Si hasta el bueno de Albert Barniol parece estar diciendo: "¿Lola yo? Si tengo un tranco así de grande entre las piernas".


 Tragedia sí, pero en la redacción del Telediario.


Pero para tragedia, esta. Eso sí: cuando yo la diñe llevadme a ese hospital para que me den de alta.

Y para terminar, un rótulo realmente informativo:


Porque todo buen rótulo debe aportar información veraz y aclarar cualquier posible equívoco.





lunes, 3 de marzo de 2014

¿Por qué no te cagas?

¿Por qué no te cagas? Chirigota callejero-pestilente 2014. 
Autores: Guillermo Jonazo, Mónica Galera, Simeón Urbano y Corina Pordoquier.

PRESENTACIÓN:

Po popopó
po popopó
po popopó
pongo un mojón.

Qué bonito está mi Cai,
qué bonita mi ciudad,
cómo huele a orina y mierda
cuando llega Carnaval.

Pi pipipí
pi pipipí
pis por aquí
pis por allí.

Ay qué bestialidad,
sábado de Carnaval,
no hay una casapuerta que se quede sin meá.

Po popopó
po popopó
po popopó
pongo un mojón.


PASODOBLE:

Fiesta de la Libertad,
llegaron los carnavales,
nos volvemos animales
sin pizca de humanidad.
Todos tenemos ojete
y aparato mingitorio.
Yo cago ante el Oratorio
y meo en Macías Retes.
Y tú que vives en Cádiz no me vengas con pamplinas
porque me has visto mear en medio la plaza Mina.
La Pepa me garantiza la Libertad de Expresión;
me expreso con un mojón
y veinte chorros de orina.
¿Comportamiento animal?
Planto un mojón aquí mismo
y no me hables de civismo
porque esto es Carnaval,
porque esto es Carnavaaaaaaaaaaaaaal.

CUPLÉ:

Iba por Benjumeda
esquivando mojones
con las narices muy bien cerradas con una pinza.
Estaba pensando: ay mi Cai quién te ha visto y quién te ve;
¡qué asco de pestazo, dios mío de mi alma!
Y en mitad de un salto
perdí el equilibrio
puse mal las piernas y de boca me caí.
¡Vaya bofetada!
¡Que alguien me saque de aquí!
Casi me ahogo en medio del charco de una meada.

ESTRIBILLO:

Otro año vengo a Cádiz y como es tradicional
me sumo a la marabunta y coreo en Carnaval:
¡Esto es Cai y aquí hay que mear!

POPURRÍ:

Voy a mear
las paredes con tu nombre, mi amor,
y al terminar,
firmaré con un mojón.

No, no veas si yo meo en la Caleta
y planto un pino junto al Parador.
No, no me cuesta bajarme la bragueta
y marcar territorio con mi olor.

En Pasquín, un pis y un buen mojón
y otro tanto en la puerta de un freidor.
Voy ligero de equipaje al terminar mi viaje
la mierda queda allí en el Corralón.

Estoy meando muy fuerte
en medio del Palillero.
No debía de mearme, no debía de mearme
y sin embargo me meo.

Cai por la madrugá
cómo huele a meá mi Cai,
que se despierta tras el morazo
y no hay quien pare con el pestazo, ay Cai
por la madrugá
cómo huele de mal en Cai,
hay vomitonas por las esquinas
y es horrorosa la peste a orina, Cai...

Meonas (¡meonas!), cagones (¡cagones!)
van llenando Cádiz de mojones. (bis)
Las meonas son tremendas,
nadie las puede parar
forman un corro contentas y se empiezan a agachar.
Sueltan litros de meada
pero si viene algo más
allí mismo te dejan la morterá.
Meonas (¡meonas!), cagones (¡cagones!)
van llenando Cádiz de mojones. (bis)
Los cagones no se cortan
a la hora de cagar
y bien poco les importa quién les pueda contemplar.
Cagan en los callejones
y mean sin avisar;
ten cuidao con los cagones que te pueden enmerdar.
Meonas (¡meonas!), cagones (¡cagones!)
van llenando Cádiz de mojones. (bis)

Cagandonga nos vamo a cagar
cagandonga en mitad del Campol Sur
cagandonga que mañana es domingo
cagandonga y aquí ya te quedas tú
cagandonga que mañana es domingo
cagandonga y aquí ya te quedas túúúúúúúúúúú.






jueves, 5 de diciembre de 2013

Templo (de la Democracia)

 Por Sergi Lipollas, cronista parlamentario

Es lo que tiene organizar jornadas de puertas abiertas: que se te puede colar cualquiera. 

Tú montas los típicos días de visitas al Congreso de los Diputados en el puente de diciembre y tan pronto se te encarama un menda a un escaño de la tercera fila y a voz en cuello pone a bajar de un burro a los ministros, la Constitución y la caterva política necional, como una señora se tira demasiado tiempo mirando al techo en busca de los recuerdos de Tejero y en cuanto baja la cabeza le da un vahído y cae redonda en pleno centro del hemiciclo.

O, como es el caso, se te presenta ni más ni menos que una de las mayores fortunas del planeta: el magnate californiano de origen hondureño Henry Quecido, dueño de hoteles, casinos, balnearios, prostíbulos, hipódromos, circuitos de velocidad, plataformas petrolíferas, restaurantes, líneas aéreas y una mercería en Rabbit Poop (Dakota del Norte). ¡Ah! Y fundador, ideólogo y pastor universal de la Iglesia de los Iluminados por la Sagrada Luz de la Última Vela que Encendió Jesucristo; también conocida como Cobazología.

Mister Quecido, tras una sucinta visita al hemiciclo, se acerca al presidente del Congreso (porque para ser un ultramillonario estadounidense hay que estar bien informado y conocer los rostros hasta de los cargos más ínfimos de los países más insignificantes) y en un perfecto español le suelta:

-Tengo una oferta que hacerle.

-Perdón, ¿cómo dice, señor Quecido? (Porque para ser presidente del Congreso, otra cosa no, pero hay que conocer los rostros de los individuos más ricos del mundo).

-Quiero empezar a difundir las enseñanzas de la Iglesia Cobazológica acá en España y necesito un recinto adecuado para ello. Este hemiciclo, como ustedes lo llaman, reúne todas las condiciones, así que me gustaría alquilárselo durante varios fines de semana.

-Disculpe mi atrevimiento, don Henry, pero me veo en la obligación de informarle de que eso es enteramente imposible. Este no es un mero edificio sino el Congreso de los Diputados, una de las dos cámaras de las Cortes del Reino de España.

-Sí, eso ya lo sé -replica desdeñoso el ricachón mientras anota una larga cifra en un cheque que firma antes de pasárselo a su interlocutor- pero yo sólo lo preciso para los fines de semana; lo que hagan acá adentro el resto del tiempo me trae sin cuidado. 

El presidente echa un rápido vistazo al cheque y, tras un instante de sobresalto que sólo se aprecia en el súbito alzamiento de sus cejas, lo arroja sobre la mesa como si acabara de darle calambre.

-¡Pero qué está usted diciendo! -brama indignado- ¡Escúcheme, caballero! ¡Está usted en la sede del Poder Legislativo del Estado Español, el lugar donde reside la Soberanía Popular, un auténtico Templo de la Democracia!

Ajeno a toda esta retahíla, Quecido recoge el cheque y añade un buen puñado de ceros a la derecha de la última cifra, hecho lo cual, se lo pasa otra vez. 

Con la boca abierta en mitad de un topicazo democrático y los ojos más fuera de sus cuencas que los de la Caballé en el anuncio de la lotería, el presidente sujeta con pulso tembloroso el cheque ante sus narices. Toma aire, carraspea y con una sutil sonrisa declara: 

-Estoy pensando que, en realidad, lo que hacemos aquí de lunes a viernes tampoco tiene mucha importancia. ¿No estaría usted interesado?


lunes, 15 de julio de 2013

¡Más cumbres!



Si es que se veía venir. Si lo advertimos cientos de veces los periodistas que cubrimos la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, la precumbre y los preparativos de los actos previos a la precumbre.

¿Cuál será el objetivo de la Cumbre? Estrechar los lazos entre Europa y América. ¿Para qué ha servido la Cumbre? Para acercar ambas orillas del Océano Atlántico. Pues por más que insistíamos (y mira que insistimos) aún había derrotistas que no se lo creían. 

Y resulta que es verdad; un estudio llevado a cabo por científicos de las universidades de Monash (Australia) y de la de Lisboa afirma que Europa y América ¡se están acercando! ¡Y que van a llegar a unirse!

Eso sí, dentro de unos 200 millones de años. Que vale, que va a tardar un poco más que las obras de la catedral, pero bueno, todo es cuestión de paciencia. 

Si los madrileños han hecho un logotipo con el que parece que piden los Juegos Olímpicos para el año 20020 ¿no vamos a ser capaces en Cádiz de esperar 200 millones de años para poder ir andando al carnaval de Montevideo?

Además, que para entonces lo mismo ya está terminado el Segundo Puente y se puede ganar algo de tiempo. 

Como al paso que va lo de las pensiones no creo que pueda jubilarme, ya me veo contando en directo por televisión la partida rumbo a Uruguay de Teófila que, por supuesto, habrá vuelto a ganar las elecciones municipales. Ella irá en coche, claro está, porque una cosa es que tenga energía para asistir a todos los eventos que se celebran en la ciudad y otra muy distinta que, a esas alturas, tenga el organismo como para pegarse semejante caminata.

Pero si 200 millones de años nos parecen demasiado tiempo de espera
ya sabemos lo que hay que hacer: organizar más cumbres para acelerar el proceso. Una cumbre al mes o a la semana y en ná y menos tenemos cerrado el charco. Igual da tiempo de que aparezca la noticia en El Independiente. O no.



(Publicado en El Independiente de Cádiz el 13 de julio de 2013)

jueves, 4 de julio de 2013

MasterChof



Aspirantes: hoy os vais a enfrentar a una prueba de presión. Mejor dicho: de múltiple presión.

Presión porque, para empezar, os hemos traído a Cádiz, ciudad en la que, a la vista del desmantelamiento industrial que sufre desde hace años, da la sensación de que todo hijo de vecino tendrá que acabar viviendo del turismo y la hostelería. 

Por eso aquí la gastronomía se valora como en pocas partes del mundo y se pone un enorme empeño en la formación de los futuros cocineros. 

Esto es algo que os iban a explicar los profesores del Consorcio Escuela de Hostelería de Cádiz pero, por desgracia, no han podido venir porque se están manifestando para reclamar que les paguen lo que les deben desde que la gestión del centro pasó de la Consejería de Empleo de la Junta a la de Educación.

Más presión porque hoy contaremos con un jurado de excepción: El Chef del Mar, Ángel León, cuyo restaurante en El Puerto de Santa María luce una estrella Michelín y que acaba de recibir el Premio Nacional de Gastronomía como Mejor Jefe de Cocina de España. Un fenómeno al que le das tres cuartos de hora y una caña de pescar y te planta ante las narices un borriquete asado con ñoquis de salicornia y emulsión de chirlas que en cuanto te lo arrimas a la boca te hace sentir que estás sentado en la mesa presidencial del banquete de coronación de Neptuno.

Y todavía más presión porque tendréis que demostrar vuestras habilidades culinarias dentro de un Bien de Interés Cultural: en los talleres de cocina de la Escuela de Hostelería Fernando Quiñones ubicada en el Edificio Valcárcel.

Aspirantes: disponéis de cuarenta minutos (con suerte)
y todos los ingredientes que tenéis a mano, para preparar el plato que os apetezca, evitando que os caigan calichas del techo y las paredes dentro de las ollas, cazuelas y sartenes y presentar vuestras creaciones al jurado antes de que alguna parte del edificio se os derrumbe encima.



 (Publicado en El Independiente de Cádiz el 3 de julio de 2013)

jueves, 27 de junio de 2013

Coactastrófico



Ni Aragón, ni Gago, ni Remolino, ni los Carapapa, ni Quiñones… ¿Y si a otros grandes les diera por pensar que el Concurso se está devaluando tanto que no merece la pena salir? Fabulemos. 

Las renuncias se suceden en cascada. Incluso algunos que pensaban volver aparcan el retorno para otro año. 

Los grupos de medio pelo y los de fuera de la provincia, que al principio veían en las ausencias su gran oportunidad, se echan atrás temerosos de que el público del Falla esté tan cabreado que muerda a cualquiera que salga al escenario en cuanto masque una letra o disfrace de cuplé un chiste viejo.

Agrupaciones de Sevilla confabulan para montar en su ciudad un certamen alternativo, el CACA Concurso de Agrupaciones de Carnaval de Andalucía y hasta negocian con Canal Sur. Pero Canal Sur les dice que ya les queda tan poco personal que no podrían retransmitir ese concurso ni el del Falla ni el de monólogos del Pay-Pay.

Ante las escasas inscripciones, el jurado de 2013, con cierto sentimiento de culpa, saca la chirigota “El gusto es nuestro (y de nadie más)”; cámaras de Onda Cádiz el cuarteto “Ni al séptimo descansó”; la corporación municipal y sus allegados el coro “Desde allí enfrente se ve mejor” y la oposición una comparsa.

Aún así hay tan pocos grupos que sólo se celebran dos fases: Prelifinales y Recuperación.

En la ciudad de Cádiz le dan el primer premio de coros al del ayuntamiento y Julio Pardo, que no participa, se agarra un rebote del quince.

Y en la calle, como todos los ausentes han sacado algo, el guirigay es tremendo. Los grupos cantan unos pegados a otros y ni el público ni los componentes se enteran de lo que interpretan. El Soleta canta por arribita “me han dicho que a ritornelo” mientras sujeta un cartel de romancero en medio de la chirigota del Sheriff… 

Y ahora dejémonos de fantasías porque al final, falte quien falte, lo más probable es que no pase absolutamente nada.



 (Publicado en El Independiente de Cádiz el 26 de junio de 2013)