jueves, 6 de junio de 2013

Títeres

Durante cuatro días Cádiz se ha convertido en la capital de los títeres, merced a la trigésima edición de su Festival Internacional. Pero llegó el lunes y se terminaron los títeres.

Ya.

¿Significa eso que no veremos a esos carguitos y carguetes moviendo los labios mientras salen por sus bocas las consignas emitidas por quienes los manejan?

¿Ni a esos combativos portavoces opositores que se encabritan o se dulcifican según la fuerza con que jalen de los cordeles quienes manipulan desde lo alto sus evoluciones?

¿Concluyeron las arengas de ciertos cabecillas de la lucha obrera que se agitan con bravura sólo cuando se mueve la larga mano que los controla desde dentro?

¿No quedan ciudadanos que se adhieren con su mejor voluntad a plataformas que afirman defender el patrimonio histórico pero cuyo objetivo oculto es entorpecer los planes de los rivales políticos de quienes dirigen en secreto tales plataformas?

¿Ni los que participan con sincero fervor en movimientos revolucionarios de espontaneidad programada?

¿Desaparecieron los autores de carnaval que se jactan de escribir con absoluta libertad y cuyos renglones siempre se tuercen en la misma dirección?

¿Se fueron los expertos críticos que se vanaglorian de opinar con objetividad pero lanzan sus punzantes dardos con los dedos del rencor, propio o de sus superiores?

¿Se han retirado los opinadores profesionales de sólidos principios capaces de decir hoy en Radio Pupa que un muro es negro y afirmar que es blanco al día siguiente en Radio Guay?

¿Ya no hay "perrodistas" adalides de la libertad de expresión que ensucian páginas al dictado de la voz de sus amos?

¿Ni "miedodistas" que acuden a convocatorias sólo para que los convocantes constaten la presencia ante sus narices de las esponjillas de diferentes colores que cubren los micrófonos?

Iba a seguir escribiendo pero no puedo; se me ha enredado el brazo en uno de los cordeles…



(Publicado en El Independiente de Cádiz el 5 de junio de 2013)

1 comentario:

  1. Joer, qué razón tienes. De una manera u otra todos tenemos cordeles colgando de los brazos. Somos el producto de lo que piensan otros, queramos o no. Uno de los miembros de la administración Bush dijo algo más o menos así: "Nosotros somos los actores y vosotros los espectadores, esta es la realidad que hemos creado para que os la creáis. Cuando queramos que os creáis otra realidad, lo haremos". En Prime Time, sin complejos.

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